Una de las cosas más emocionantes que me ha brindado esta profesión es la oportunidad de viajar a diferentes lugares gracias a los workshops de fotografía.
Lo habitual en estos talleres es juntar a fotógrafos de diferente naturaleza en un mismo grupo, con diferentes inquietudes, diferentes conocimientos y diferente nivel de experiencia. Sin embargo, el último que impartí, organizado por la asociación de fotógrafos profesionales APROFOT, en Tarragona, juntó a 40 profesionales del sector, muchos de ellos eran ya tercera generación de fotógrafos en la familia. Wuau!
La homogeneidad, en este sentido, de los asistentes, me dio la oportunidad de confirmar algo que ya había observado otras veces respecto a la actitud que podemos tener los profesionales algunas veces, así que aprovecho este post para transmitir mi reflexión con la esperanza de que a alguien le haga sonreír y darse cuenta de si le sucede lo mismo. Yo misma admito que lo he hecho alguna vez ^_^
La primera y más notable diferencia respecto a pasadas experiencias fue la ausencia de incesantes preguntas de variedad infinita. El espíritu de alguien que está empezando se caracteriza por estar sediento de saber y ansioso por aprenderlo todo. Su inocencia y falta de temor al qué dirán le empujan a participar con entusiasmo y a recibir con los brazos abiertos todo lo que esta pasando alrededor.
Un profesional, sin embargo, se muestra reacio ante nuevas formas de afrontar un problema. Él está cómodo con su método que sabe que funciona y no está dispuesto a dejarse cambiar de opinión. Por otro lado, tiene muy presente su negocio y analiza con lupa la aplicación práctica de lo que está escuchando, si no entra en su sistema, no quiere aprenderlo.
Pongamos por ejemplo que fotógrafo x ha llegado a la conclusión de que puede permitirse dedicarle a la edición de una fotografía como máximo 10 minutos, planteamiento que considero más que lógico, necesario. Pero yo ahora le voy a enseñar cómo editar una imagen durante tres horas. ¿Qué se preguntará fotógrafo x durante todo el tiempo en que yo esté hablando? Seguramente se repita una y otra vez ¿para qué quiero yo aprender esto si ya sé que no puedo estar más de 10 minutos con una imagen?
En favor del aficionado podríamos decir que al no pensar en la aplicación comercial de lo que observa, no tiene filtro, sino que tiene la mente abierta y todo lo que aprende es bien recibido, sin prejuicios. Sin embargo el profesional está acostumbrado a pensar de una forma práctica y no puede evitar tratar de asegurarse de si algo le sirve y para qué le sirve, antes de decidir querer aprenderlo.
Entender lo que vengo a decir con esto es entender también el mensaje que trato de transmitir en los talleres. No hay que buscar un atajo para llegar a un punto, no hay una forma rápida. Todo lo que merece la pena desear, cuesta de conseguir, y en nuestro caso los sueños se alcanzan trabajando duro, pero no para producir cantidad sino para producir calidad. Y la calidad, el buen hacer y el estilo propio que buscan muchos, se logra experimentando y olvidándose del reloj, los clientes y los beneficios. Cuando domines lo primero llegará sin darte cuenta lo segundo.
Para terminar os confesaré que los proyectos a los que los nuevos clientes hacen referencia cuando contactan por primera vez, no son los realizados para otros clientes, sino que son aquellos que hice por pura experimentación, aquellos que en aquel momento carecían de finalidad practica y que ahora mismo parecen ser lo mas rentable que he hecho nunca.
Desde aquí quiero agradecer a Jesus y Eric de APROFOT por enseñarme lo bonita que es Tarragona y por tratarme como parte de la familia, así casi no sientes que estás lejos de casa. Y también a todos los miembros de la asociación por ser tan atentos y amables, era mi primer contacto con una asociación profesional y me encantó ver la unión y el buen rollo entre ellos.
Y ya os dejo con las imágenes del workshop, como veréis fue de temática infantil, en especial inspirado en la campaña de comuniones. Espero haber conseguido inspirarles un poco y ver dentro de poco unas fotos bien bonitas!
La pequeña modelo es Júlia Pérez. ¿Quién diría que era su primera experiencia como modelo?
Coronas de Flores ThePoppy.net
Vestido de Comunión Hortensia Maeso.
Fotos de making of Eric Blasco.
Si quieres ver cuándo y dónde van a ser los próximos talleres pincha aquí.
Chulísimos los trabajos que haces. 100% inspiradores. Tres horas para procesar una foto me parece muchísimo incluso para un aficionado, pero, debe de ser necesario para obtener esos resultados tan increíbles. Un saludo.